jueves, 4 de octubre de 2012

No todo es tan malo como parece :)


 10 razones para alegrarte de vivir en este tiempo. 

Adaptado de Reader’s Digest, edición británica, según se lo dijeron a John Dyson

El mundo jamás había sido un mejor lugar para vivir”, afirma el escritor científico británico Matt Ridley, “y va a seguir mejorando”. Actualmente, en un planeta tan agobiado por la crisis económica y afligido por la pobreza, las enfermedades y los conflictos armados, esas palabras constituyen una afrenta y una provocación en algunos círculos. Los críticos de Ridley lo han tachado de ser un “negacionista” y un “cínico”, y lo han acusado de “manipular la verdad” por sus opiniones acerca del cambio climático y el mercado libre.

Con todo, Ridley, de 54 años y cuyo libro más reciente se titula El optimista racional, se mantiene en sus trece. “No es una locura creer en un futuro feliz para la gente y para el planeta”, dice. Este hombre ha sido corresponsal de prensa, zoólogo, economista y financiero, y defiende su concepción de la vida color de rosa. “Las personas creen que estoy chiflado por afirmar que el mundo seguirá mejorando, pero no puedo evitarlo”, añade. Siga leyendo para conocer sus argumentos. ¿Es un tipo muy lúcido, o un charlatán? Decídalo usted.

1) Estamos mejor actualmente

En comparación con hace 50 años, cuando yo tenía cuatro, el ser humano ahora gana casi tres veces más dinero (en promedio y con ajuste por inflación), ingiere tres veces más calorías, ve morir menos hijos (dos tercios menos) y tiene una esperanza de vida 33 por ciento mayor. De hecho, es difícil encontrar una región del planeta que esté peor ahora que entonces, a pesar de que la población mundial ha aumentado más del doble durante ese período.

2) La vida urbana es benéfica

Los habitantes de las ciudades ocupan menos espacio, consumen menos energía y tienen menos impacto en los ecosistemas naturales que la gente del campo. Las ciudades del mundo hoy albergan a más de la mitad de la población humana, pero ocupan menos del tres por ciento de la superficie terrestre. El crecimiento urbano tal vez repugne a los ambientalistas, pero vivir en el campo no es la mejor forma de cuidar la Tierra. Lo mejor que podemos hacer por el planeta es construir más rascacielos.

3) La pobreza se está abatiendo

Los ricos se vuelven más ricos, pero a los pobres les va aún mejor. Entre 1980 y 2000, los pobres duplicaron su consumo. Los chinos son 10 veces más ricos y viven unos 25 años más que hace medio siglo. Los nigerianos son dos veces más ricos y viven nueve años más. El porcentaje de la población mundial que vive en pobreza extrema ha descendido en más de la mitad. La ONU calcula que la pobreza se redujo más en los últimos 50 años que en los 500 anteriores.

4) El comercio global enriquece la vida

A las 9 de la mañana ya me he afeitado con una máquina estadounidense; desayunado pan de trigo francés untado de manteca neozelandesa y mermelada española; bebido té de Sri Lanka; vestido con ropa de algodón de la India y lana australiana; puesto zapatos de piel china y caucho de Malasia, y leído un diario impreso en papel finlandés con tinta china. He consumido fracciones minúsculas del trabajo productivo de cientos de personas: esto es la magia del comercio y la especialización. La autosuficiencia equivale a pobreza.

5) Los buenos tiempos de antes no lo fueron tanto

Algunas personas sostienen que en el pasado existían unas condiciones de sencillez, tranquilidad, sociabilidad y espiritualidad que ahora se han perdido. Esta nostalgia es más común en la gente rica, ya que es fácil deshacerse en elogios respecto a la vida de hace 50 o 60 años cuando no se tiene necesidad de usar fosas sépticas. El experimento más grande de la historia para adoptar un estilo de vida bucólico y arraigado en la tierra se conoce como la Edad Media.

6) La generación actual es la más afortunada

Esta generación ha disfrutado de más paz, libertad, tiempo de ocio, educación, atención médica y posibilidad de viajar que cualquiera otra a lo largo de la historia. Pese a ello, sucumbe al pesimismo a la menor provocación. Los consumidores no celebran su inmensa gama de opciones y, de acuerdo con los psicólogos, dicen sentirse “abrumados”. Cuando voy al supermercado de mi barrio, no veo personas llorando porque se ven obligadas a elegir entre tantas opciones. Veo personas que eligen lo que quieren.

7) Las grandes invenciones e ideas siguen llegando

Cuanto más prosperamos, tanto más podemos prosperar. Cuanto más inventamos, más invenciones se hacen posibles. El mundo de los objetos suele estar sujeto a la ley de los rendimientos decrecientes; el campo de las ideas, no: el intercambio de ideas, que aumenta todo el tiempo, produce el incremento constante de la tasa de innovación en el mundo moderno. Ni siquiera existe la posibilidad teórica de agotar nuestro suministro de ideas, descubrimientos e invenciones.

8) Podemos resolver todos nuestros problemas

Si uno dice que el mundo seguirá mejorando, lo consideran un loco; si dice que la catástrofe es inminente, puede esperar que le otorguen el Premio Nobel de la Paz. Las librerías están atiborradas de pesimismo; la radio y la televisión anuncian solo la ruina. No recuerdo ninguna época en que alguien no me dijera que el mundo podía sobrevivir sólo si renunciaba al crecimiento económico. Sin embargo, el mundo ha seguido adelante. La especie humana se ha convertido en una máquina que resuelve problemas: los soluciona modificando sus comportamientos. El verdadero peligro proviene de frenar el cambio.

9) Los optimistas tienen razón

Durante 200 años, los pesimistas han acaparado los titulares de los diarios, pero los optimistas han tenido la razón muchas más veces que ellos. Hay grandes intereses en el pesimismo. Ninguna institución altruista ha recaudado dinero afirmando que las cosas van a mejorar. Ningún periodista ha escrito un reportaje de primera plana que anuncie que un desastre es poco probable. Los grupos de presión y sus clientes en los medios informativos incluso buscan en las estadísticas más alentadoras atisbos de desesperanza. No le hagas caso: ¡atrévase a ser un optimista!

10) Comprar fomenta la innovación

A pesar de que muchas personas todavía viven en la pobreza extrema, la generación actual tiene acceso a una mayor cantidad de calorías, vatios, caballos de fuerza, megahertzios, gigabytes, metros cuadrados, millas de vuelo, alimentos por hectárea, kilómetros por litro de combustible y, desde luego, dinero que cualquier generación anterior. Y esto continuará mientras usemos todas estas cosas para producir otras. Cuanto más nos especialicemos e intercambiemos, mejor será nuestra vida.

Hoy me declaro optimista "racional"

Algo que nadie puede dudar es que los seres humanos siempre acabamos encontrando una salida a los problemas colectivos, ya sea mediante descubrimientos fortuitos o por movimientos sociales. En más de una ocasión la humanidad ha estado a punto de desaparecer debido a la explosión demográfica y la escasez de alimentos. Pero siempre al límite, hemos hallado la solución: los fertilizantes que permitieron a principios del siglo XX que los campos fuesen más productivos; la invención del motor de combustión interna, los cruces de distintas variedades de semillas…

Por otro lado el ingenio y las tecnologías necesarias para muchos problemas que se nos avecinan todavía no existen. Los cultivos actuales ya están empezando a degradarse y las reservas de agua llevan un camino aún peor.


Así pues en base a los hechos entiendo  que pronto vendrá algún nuevo invento que nos saque del cuello de botella al que nos dirigimos, nuestros yacimientos de ideas e invenciones son los más grandes de la historia!!!

Esta generación ha disfrutado de más paz, libertad, tiempo de ocio, educación, atención médica y posibilidad de viajar que cualquiera otra a lo largo de la historia. La especie humana se ha convertido en una máquina que resuelve problemas, el verdadero peligro proviene de frenar el cambio.


"Los analfabetos del siglo 21 no serán aquellos que no saben leer y escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender"
Alvin Toffler

miércoles, 26 de septiembre de 2012

26 de septiembre de 19...


26 de septiembre...a las 6 de la mañana despertando con las mañanitas…



Aun recuerdo… cuando era chiquillo con 5 pesos, te comprabas unos tacos, un refresco y te alcanzaba para invitar las paletas de hielo.



Mi primer gadget, un reloj de Casio que tenía una calculadora. Este reloj era muy envidiado en las clases de matemáticas ya que en la secundaria los profesores no nos permitían usar la calculadora.



26 de septiembre de hace unos años, yo era mas o menos así... 



... ahora, sigo siendo mas o menos igual...


 
pero con cabello un poco mas largo... 




en realidad, soy así...




pero sin el cabello rubio, ni los ojos azules, ni los músculos, ni los abdominales, o sea...




Ahora ya no voy al bar El Chapeado, porque tengo que chambear….





…ya no disfruto estar tanto tiempo rodeado de la raza...





…no estoy de acuerdo con que los chavos se tomen todo el alcohol...





me revientan que cierren mi calle para hacer una pachanga...


y me enferman cuando me dicen:
Señor, me da permiso?    Señor?     tan viejo estoy?


En qué momento me comenzó a importar lo que hacen los políticos? En qué momento comencé a pagar facturas de servicios, a leer el periódico y criar hijos?




 …en que momento me convertí en abuelo?



Sigo siendo un idealista, pero más desconfiado. Me estoy volviendo viejo!!!




Tal vez ustedes, la llamada generación de “relevo”,  son demasiado jóvenes para acordarse de la explosión del trasbordador espacial “Challenger” y probablemente nunca sabrán que fue el “Reto Pepsi”. No alcanzaron a jugar con el Nintendo, menos con un Atari. Nunca Tuvieron un tocadiscos. Nunca jugaron Pacman, no saben o no recuerdan, que los televisores sólo tenían 13 canales y una “U”, y se cambiaban con perilla; más aún, incluso algunos no han visto nunca televisor en blanco y negro, no pueden explicarse siquiera lo que es ver la tele sin un control remoto. Puede que nunca hayan visto Plaza Sésamo, El Tesoro del Saber, Perdidos En el Espacio, El Llanero Solitario o Topo Gigio.

En fin… hoy cumplo un año más de vida y por más que se me vean las lonjitas y se me caiga el cabello y me vista con la misma chamarra negra que hace 5 años, que no quede duda ¡soy feliz como una lombriz!

Qué, no les gusto?



lunes, 24 de septiembre de 2012

La historia del padre, el hijo y ...


Las historias ilustran claramente realidades de lo cotidiano y nos hacen reflexionar y entender, encierran un conocimiento que nos hace despertar y darnos cuenta de las lecciones que nos enseñan.
Los seres humanos tendemos a juzgar, criticar y a estar en casi permanente desacuerdo con los demás: quizás sea una característica de nuestra estructura cerebral y mental, al estar instalados en un yo, difícil de despegarse de sí mismo y lejos de mostrar empatía  con las demás personas.
Este cuento es muy bueno, de echo aparecía entre las páginas de El Conde Lucanor, un libro de cuentos que tendrá unos 600 años.

 Erase una vez…
 Un padre acompañado de su hijo de corta edad y su burro, tenían que cruzar semanalmente la plaza principal de un pueblo para dirigirse a realizar unos trabajos en una aldea un tanto distante. Un buen día, el niño iba montado en el burro y el padre caminando cerca del mismo pasaban por la plaza del pueblo, un tanto concurrida de vecinos, - como era habitual -, que miraban con curiosidad la escena que se presentaba ante sus ojos. Una vez rebasada la plaza principal, los vecinos comenzaron a criticar ácidamente: "Será posible?  ¡el niño, fuerte y robusto sobre el burro, y el pobre padre un tanto mayor y achacoso caminando!  ¡Qué poca vergüenza!

 Habiendo llegado estos comentarios a oídos de este hombre, la siguiente semana, era él mismo el que iba sobre el burro y el niño caminando, azuzando al animal. Los vecinos del pueblo al ver esto, arremetieron con sus críticas hacia el padre: "Qué poca vergüenza! ¡ el pobre  niño caminando y él tan contento sobre el burro! ¡qué padre más despiadado!

Con el fin de no recibir tantas críticas, a la semana siguiente, pasan delante de los vecinos del pueblo, tanto el padre como el hijo montados en el burro; al ver esto, aquellos que estaban sentados en la plaza muestran abiertamente sus críticas: "Cómo es posible que tengan tan poca consideración por el animal. ¡los dos, sentados tranquilamente y el pobre animal, derrengado, llevándolos sobre su lomo!"

 Al pasar el tiempo, y tener una vez más que pasar por el pueblo, y evitar de una vez por todas, todo tipo de crítica, el padre y el hijo van caminando, llevando al burro atado con una cuerda. Al ver esto, los vecinos del pueblo, no pueden dejar de exclamar: "¡Serán estúpidos!, para qué quieren el burro, los dos caminando y el burro moviéndose a sus anchas; qué poco cerebro tienen!"

MORALEJA: Haz lo que creas que es correcto, como hagas caso a los demás, podrás acabar llevando el burro a hombros. 
Anoten esta gran frase de Jerry Minchinton para nunca olvidarla: “Me niego a sentirme mal sólo para hacer que otros se sientan mejor”.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Si me lo hubieran dicho antes...


Tras navegar un rato por la web de alguna u otra forma dí con un muy interesante artículo en Gomobile aunque originalmente el artículo es de Rightwingnews, a lo cual le agregue cosas propias este artículo habla de cosas que deberías saber a los 18 años, aunque realmente vale la pena leerlo sea cual sea la edad que tienes:

Lo ideal es que elijas hacer algo que amas tanto hacer que lo harías gratuitamente, y encontrar la forma de transformarlo en una carrera.

No tengas hijos ni te cases hasta que puedas mantenerte y quererte a tí mismo.

Empieza a buscar empleo antes de renunciar a tu empleo actual.

No eres invulnerable ni vas a vivir por siempre. Puedes cometer errores a los 18 años con los que tendrás que vivir por el resto de tu vida.

Nunca digas nada que pueda ofender a quien está preparando tu comida. Nunca sabes qué puede meterle mientras no estés mirando.

No des muchas explicaciones, los enemigos no te las creen y los amigos no las necesitan.

Nunca prestes dinero a tus amigos si quieres mantenerlos como tales. Después de todo, si te pueden devolver el dinero más tarde sin problemas no lo necesitaban realmente. Si realmente necesitan dinero, quieres ayudarlos, y puedes afrontarlo, simplemente dales el dinero.

Cuando un hombre tiene un problema y te lo cuenta, quiere que le expliques cómo solucionarlo.

Cuando una mujer tiene un problema y te lo cuenta, sólo quiere que la escuches.



Cuando tienes 18 años, te preocupa lo que todo el mundo piensa de ti. A los 40 años, te importa un demonio lo que piensen los demás de ti. Y a los 60 años, te darás cuenta de que nadie se fijó en ti para nada.

Si vas a comprar algo que vas a usar seguido y por mucho tiempo, no seas tacaño. Vas a terminar reemplazándolo antes de lo previsto, o pagando más en costos de mantenimiento que lo que ahorraste al comprarlo. Además, vas a disfrutar un mejor producto a lo largo del tiempo, en vez de estar protestando cada vez que tienes que usar algo que se está cayendo a pedazos.

Si alguna vez eres arrestado, no digas nada hasta hablar con un abogado.

Solo hay dos cosas que podemos perder: el tiempo y la vida la segunda es inevitable la primera imperdonable.

Ser despedido no es el fin del mundo. Al contrario: un montón de personas han pasado a cosas más grandes y mejores después de tener que dejar su empleo.

Irónicamente, las personas exitosas tienden a fallar mucho más que el resto de las personas. Y también suelen hacer muchas más preguntas.

Si quieres que tu vida haga impacto, enfócala. Deja de querer hacer todo. Haz menos. Filtra tus actividades, incluso las buenas, y haz sólo las más importantes. Nunca confundas actividad con productividad. Podrías estar ocupado sin sentido, pero ¿cuál es el beneficio?

esto lo repito porque para mi es fundamental y mágico: cuando no puedas decir o hacer algo por pudor o miedo y estés convencido de eso , solo dilo y hazlo , sea tu jefe o tus viejos , verás que conseguirás lo que quieras en una inmensa proporción , haz, pide , comunica !!!!

La universidad da más trabajo que el colegio, y tu empleo te dará más trabajo que la universidad.

Cuando te mudes, vende, tira y regala tanto como puedas. De otra forma, terminarás moviendo cajas del lugar en el que estuvieron los últimos cinco años a otro lugar donde estarán cinco años más.

Cuando tengas que elegir entre dos alternativas, siempre elige la que te lleve hacia la acción. A la larga, tendrás más experiencia, grandes historias, y una vida mucho más enriquecida y completa.

No conozco a nadie que siendo honesto y trabajador haya acabado mal. Alguna forma de salir adelante encontraras.

Más vale un mal arreglo que un buen juicio.

viernes, 21 de septiembre de 2012

corre Forest, corre!!


“La vida es como una caja de chocolates (nunca sabes lo que te va a tocar)” - Forrest Gump, 1994

Un día aquí y otro ya no estás. Un día amas a alguien y de pronto… se fue. Un día en el sol, otro en la niebla. Las vueltas de la vida que le decimos.  Y es así, sacas un chocolate y te toca una delicia, el siguiente tal vez, será una porquería.

Al final, algo que siempre se podía rescatar del cándido Forrest, es que a pesar de las pruebas que le ponía la vida, bien crueles algunas, él, bien digno, seguía adelante a punta de esfuerzo y unas ganas que casi llegan a lo absurdo. Y a pesar de la guerra, la muerte, las cartas sin responder, la distancia, etc. él siempre siguió adelante.

Por ahora, seguiré “echándole ganas”, a ver si la caja de chocolates se reconcilia conmigo, a ver si aprendo a escoger, si me pongo a correr a ver quién me va a parar... o quién va a correr conmigo.


Que no se piense que todo lo escrito aquí es tan preciso cronológicamente, este blog es para vivir y al igual, tan sólo plasmar algo de cada momento sin tener que revisarlo. Los amigos no necesitan explicaciones,  los demás jamás te las creerían...